Web 3

Conclusiones clave:

- Internet está entrando en una nueva fase totalmente diferente y afectará profundamente la forma en que interactuamos en línea.

- Hasta ahora nos hemos basado en grandes plataformas para mediar en las transacciones comerciales y la comunicación, lo que tiene costos ocultos y restringe nuestro control de nuestros activos digitales.

- Blockchain ofrece una solución a este problema al permitir que el almacenamiento de datos se descentralice, omitiendo así los problemas de usar un intermediario y devolviéndonos el control.

- La prioridad para adoptar esta nueva tecnología es comprender cómo administrar sus activos dentro del nuevo sistema.

Web 3 transforma el Internet de la información en el Internet del valor, es hora de que le digamos cómo.

Ahí lo tienes, de nuevo en línea. Y probablemente no sea la primera vez hoy, ¿verdad? Ya sea para mover dinero, jugar o buscar otros singletons desde nuestro teléfono, una gran parte de nuestra vida ahora se lleva a cabo en línea.

Han pasado alrededor de 30 años desde que Internet cambió por primera vez el mundo y, al igual que con cualquier tecnología nueva, se ha ido transformando lentamente con el tiempo para incorporar nuevas posibilidades. Pero algunos cambios son tan profundos que transforman toda la historia, y ahora mismo se está desarrollando una de esas transformaciones. ¿Estás preparado para la Web 3.0?

¡¿HAY MÁS DE UN INTERNET ?!

Digamos que hay más de un capítulo de Internet: el primero se basa en la libertad de información y el segundo en la libertad de expresión. Volveremos a eso. Lo importante es que las implicaciones de cada nuevo capítulo han sido enormes.

La primera generación de la Web en realidad no se llamaba Web 1.0; le dimos esa etiqueta retrospectivamente, a medida que aparecían nuevas versiones. En su génesis en los años 90, Internet a veces se llamaba "Web de información" y esa es una descripción bastante precisa: se desarrolló para permitir que la investigación se compartiera entre académicos y gobiernos, y básicamente funcionaba como una biblioteca.

El contenido fue creado por una pequeña jerarquía de editores y las páginas web no admitían cambios, lo que significa que no hay secciones de comentarios, comunidades o contenido personal. Aunque la Web 1.0 no nos permitió colaborar o editar contenido web, de alguna manera democratizó la comunicación y el acceso a la información. Ahora, cualquier persona con una conexión a Internet no solo puede acceder a los materiales de investigación de forma gratuita, sino que también puede ponerse en contacto con cualquier otra persona a través del correo electrónico.

Pero, con mucho, los desarrollos más importantes comenzaron en 2004. Facebook y YouTube revolucionaron la web al sobrealimentar el concepto de contenido generado por el usuario, ofreciendo a todos con una conexión a Internet la oportunidad de ser la estrella de su propia plataforma de publicación personal. La Web Social nació y se amplió con los omnipresentes dispositivos móviles de Internet.

Ahora es difícil recordar una época anterior a las redes sociales, pero su impacto simplemente no puede subestimarse. Como individuos, nos permitió construir un universo digital a nuestro alrededor, ya que surgieron comunidades alrededor del contenido que estábamos publicando; dicho sea de paso, este fue el primer paso en un cambio gradual hacia el contenido web dirigido, ya que cada vez más esperábamos que nuestra experiencia en línea fuera personalizada y los anunciantes adaptaran su contenido en consecuencia.

Entonces, en resumen, la última versión de la web ha traído posibilidades increíbles y una plétora de nuevas expectativas de nuestra parte, y esas han sido la fuerza impulsora detrás de Internet como la conocemos ahora.

EXCELENTE, ¿POR QUÉ CAMBIAR UNA COSA BUENA?

Nuestra actual libertad de expresión no es verdaderamente libre. Donde las plataformas de terceros nos han dado un altavoz, han funcionado igualmente como un grillete, porque nuestra dependencia de ellas otorga a las entidades corporativas un poder sin precedentes sobre nuestra sociedad.

¿Alguna vez se ha detenido a considerar cuánta información personal revela en línea? Las redes sociales son una mina de oro de información personal; de hecho, sus publicaciones y me gusta ya se están monetizando para anunciantes e incluso entidades políticas. Un ejemplo reciente de esta dinámica fue el uso de Facebook por Boston Analytics para influir en el panorama político.

En un nivel más cotidiano, las plataformas centrales como Uber, Paypal o Amazon toman una participación excesiva en las ganancias para actuar como intermediarios en las transacciones de servicios, dejando muy poco para los seres humanos que brindan esos bienes y servicios. Alternativamente, nosotros, el consumidor, asumimos el costo de funcionamiento de la plataforma. Ambos casos muestran el conflicto de intereses inherente en nuestra estructura actual de Internet.

¿Y la forma en que administramos nuestro dinero? Cuando realiza un depósito, deposita su confianza en las instituciones financieras para no solo mantener seguros sus datos, sino también para administrar y prestar su efectivo de manera responsable. Piense en eso, ¡eso es una gran cantidad de confianza! Sin embargo, la crisis de 2008 nos advirtió a todos de que ni siquiera los bancos actúan siempre de buena fe.

¿CUÁL ES LA ALTERNATIVA?

¿Te imaginas actuar como tu propio banco? O poder realizar compras online directamente fde cualquier proveedor? Aquí es donde entra la Web 3.0.

Donde la Web 2.0 se ha definido por la interacción social, la era venidera girará en torno a la propiedad digital: ya no necesitará depender de intermediarios para comprar bienes y servicios, ni necesitará que el banco actúe como guardián de su dinero.

En cambio, podrá hacer todo esto usted mismo, desde una dirección personal de blockchain a la que solo usted pueda acceder, dentro de una red que admita transacciones directas con cualquier otro usuario en esa red.

La fuerza impulsora detrás de esta evolución es blockchain, redes que se ejecutan en un protocolo de almacenamiento descentralizado, accesible para cualquier persona con una conexión a Internet. La adopción masiva de esta infraestructura tiene enormes implicaciones tanto para la sociedad como para usted como individuo.

¿QUÉ HAY PARA MI AHÍ DENTRO?

El potencial que ofrece blockchain no tiene precedentes y cambiará por completo la forma en que interactúa en línea.

Una gran cantidad de nuevas Dapps (aplicaciones descentralizadas) ya están aprovechando las capacidades de igual a igual para permitir una nueva generación de bienes y servicios. Una empresa llamada Drife, por ejemplo, está desafiando el paradigma de Uber al permitir que los conductores y pasajeros se conecten directamente, en lugar de a través de servidores centrales. Esto elimina el costo del intermediario y la necesidad de compartir cualquiera de sus datos personales.

¿Qué pasaría si pudiera ganar dinero con sus ahorros criptográficos prestándole dinero a un extraño? Compound Dapp muestra el asombroso potencial de las transacciones entre pares dentro de las finanzas descentralizadas. Digamos que tiene algo de dinero extra y quiere actuar como prestamista; aquí, puede depositar tokens en un grupo de liquidez regido por un contrato inteligente. Luego, los prestatarios tramitan préstamos de este grupo y usted, el acreedor, puede realizar un seguimiento del préstamo, los reembolsos y los intereses que gana a lo largo del tiempo. Ah, y puede hacerlo todo de forma anónima.

¿Quizás el arte es lo tuyo? Si es así, su mundo está a punto de verse bastante diferente: Tokens no fungibles (NFT), activos digitales únicos que se ejecutan en blockchain. Plataformas como Rarible, Opensea o Mintable permiten a artistas y coleccionistas crear, poseer y monetizar activos en el ecosistema digital.

¿Por dónde empiezo?

La Web 3.0 puede ser lo más emocionante que ha sucedido en nuestra generación. Le permitirá disfrutar de nuevos niveles de libertad sobre sus finanzas, datos, panorama digital y tiempo. Al permitirle administrar sus activos digitales desde un lugar seguro en la cadena de bloques, esta nueva era le quita el control a los gigantes de Internet y lo vuelve a poner en sus manos.

¿Está listo para este cambio monumental? El primer paso hacia el éxito es comprender no solo sus beneficios potenciales, sino también las nuevas responsabilidades financieras que le confiere, y cómo puede aprovechar al máximo su nuevo ecosistema.

El conocimiento es poder, ¡así que sigue aprendiendo!